Con el programa «Empleo con Apoyo» de Hermanas Hospitalarias Acamán se pretende –a través de prácticas en diferentes empresas– facilitar a nuestras personas usuarias un acercamiento a la realidad del mundo laboral.
Gracias al programa, ellos y ellas pueden conocer en primera persona lo que supone llevar a cabo una actividad profesional, que desarrollen las competencias instrumentales y sociales necesarias para ello, y que alcancen un nivel de autonomía adecuado.
Además, y en última instancia, se pretende- si se dan las circunstancias oportunas- que fruto de dichas prácticas, surja una oportunidad de contratación laboral.
Para que esta metodología consiga su objetivo, es importantísima la figura del Preparador Laboral, cuya función principal es la de prestar durante las prácticas, un apoyo que se adapta a cada usuario, empresa y tareas. La manera de desarrollar este apoyo es acordada con la empresa y con la persona usuaria, a la que se hace partícipe en todo momento del proceso para ayudarle a asumir retos y responsabilidades sobre sí misma.
A lo largo del período de prácticas, el Preparador Laboral ayuda a la persona a adaptarse al nuevo entorno, facilita el aprendizaje de las habilidades y destrezas necesarias, y supervisa la realización de las diferentes tareas asignadas por la empresa. Asimismo, se acuerda conjuntamente con las empresas, el período durante el que se desarrollará dicho apoyo y cuando se producirá la retirada del mismo.
Cabe destacar que cuando se establecen acuerdos con empresas, se realiza no sólo un análisis del puesto a cubrir sino también de los/las candidatos/as, su perfil, aptitudes, fortalezas y preferencias. Una vez llevado a cabo este análisis, se selecciona aquel candidato/a que mejor se adapta al puesto de prácticas, respetando en última instancia su decisión de aceptarlo o no.
¿A quién va dirigido?
Las personas que cumplen los requisitos previos pasan a formar parte de una bolsa de potenciales candidatos y candidatas, los y las cuales son susceptibles de poder ser seleccionados para realizar u periodo de prácticas en alguna de las empresas adscritas al programa.
– Itinerario que siguen los y las integrantes del Programa
En primer lugar, se lleva a cabo con las personas usuarias un periodo de formación inicial común para todas, el cual incluye talleres de preparación laboral, de cuidado de la higiene, de habilidades sociales, de responsabilidad con los horarios y de descanso y alimentación, al que le sigue otro periodo de formación específica referente a un perfil laboral en concreto.
Además, se llevan a cabo actividades complementarias, como por ejemplo talleres de mantenimiento y la limpieza de uniformes o sesiones para la resolución de conflictos.
Tras finalizar la formación, comienza el periodo de prácticas en una de las empresas que forman parte del Programa, culminando éste con la obtención de un certificado de aprovechamiento.
Empresas colaboradoras
La selección de la empresa conforma un elemento clave para el correcto desarrollo del Programa, ya que será un lugar en el que las personas que forman parte del mismo pasarán un largo período de tiempo.
Por tanto, no solo se trata de encontrar una empresa en la que puedan desarrollar determinadas habilidades y aprender ciertos conocimientos, sino que debe constituir un entorno en el que se sientan acogidos e integrados por el resto del equipo de trabajo, en el que se les exija un determinado rendimiento, pero en el que, además, se les preste la adecuada atención y ayuda en aquellos momentos en los que la necesiten.
Es por ello que las diferentes empresas que colaboran con el Programa cuentan con un alto nivel de conciencia y responsabilidad social, estando dispuestas a facilitar la inclusión sociolaboral de las personas con discapacidad intelectual y daño cerebral adquirido de nuestro Centro, ofreciendo para ello puestos de prácticas adaptados a la funcionalidad de las mismas y su formación.