Las personas usuarias, tanto de la Unidad de Día como del Hogar Funcional Reconecta2, junto a los y las profesionales de ambos servicios pioneros en Canarias, se colocan frente a la cámara de Hermanas Hospitalarias Acamán para ser entrevistados y contarnos, no solo sus impresiones durante el último año, sino también sus expectativas de cara a la vuelta de las vacaciones de verano.
Un grupo de personas con daño cerebral adquirido (DCA) ha querido ponerle voz a las experiencias vividas durante los últimos 11 meses de convivencia, trabajo y crecimiento dentro del Área de Daño Cerebral Adquirido de nuestro Centro y, además, han querido estar acompañados y acompañadas por quienes les reciben día a día con una sonrisa a su llegada al servicio: las personas que conforman el equipo de profesionales del Área.
35 son las personas con DCA que dan vida a ambos servicios, y éstas se ven acompañadas por un equipo de transdisciplinar de profesionales que, contra viento y marea- y teniendo en cuenta los acontecimientos vividos durante los dos últimos años debido a la pandemia por la COVID-19- han capeado cualquier adversidad y seguido adelante para alcanzar su principal objetivo: mejorar la calidad de vida de las personas que atienden. ¡Y vaya si lo han conseguido!
Todos y todas, durante las diferentes entrevistas, coinciden en lo duro que ha sido cambiar de la noche a la mañana hábitos y costumbres, tener que eliminar los abrazos y solo poder sonreír con los ojos…; y también modificar programaciones y terapias debido a las medidas de seguridad sanitaria establecidas.Pero, aun así, conservan la ilusión, se mantienen unidos y unidas, y van experimentando y disfrutando las mejoras que se van produciendo tras la pandemia. «Me quedo con cuando monté en un triciclo adaptado hace unas semanas y paseé por las calles de San Cristóbal de La Laguna», municipio que acoge a nuestro Centro, comentaba durante el vídeo una de las usuarias del servicio.
Hoy, las personas usuarias se despiden hasta la vuelta de sus vacaciones para volver con las pilas cargadas y con la alegría que les caracteriza. A la vuelta, los y las profesionales las recibirán con la calidad y calidez que vive en cada uno de ellos y ellas, motor que impulsa al Área de Daño Cerebral Adquirido a seguir construyendo futuro para las personas con DCA de nuestra isla.